Se habla de "productos retenidos" cuando la totalidad o parte de la placenta o las membranas se quedan en el útero durante la tercera fase del parto. Lo más frecuente es que se trate de un lóbulo succinado de la placenta, lo que subraya la importancia de un examen minucioso de la placenta después del parto: un vaso en las membranas que aparentemente no conduce a nada es un signo siniestro.
La placenta retenida puede dividirse a grandes rasgos en:
- separación fallida debido a un fallo de la contracción uterina o a una adherencia mórbida, por ejemplo, a un fibroma o a una cicatriz
- Separada pero retenida debido, por ejemplo, a un cordón umbilical roto, útero contraído o cuello uterino cerrado.
La placenta retenida es una causa frecuente de hemorragia posparto, tanto primaria como secundaria.
Tratamiento de las mujeres con placenta retenida (1):
- siempre debe asegurarse el acceso intravenoso en las mujeres con placenta retenida
- no debe utilizarse la infusión intravenosa de oxitocina para ayudar a la expulsión de la placenta
- para las mujeres con placenta retenida, se recomienda la inyección de oxitocina en la vena umbilical con 20 UI de oxitocina en 20 ml de solución salina, seguida del pinzamiento proximal del cordón umbilical
- si la placenta sigue retenida 30 minutos después de la inyección de oxitocina, o antes si el estado de la mujer es preocupante, debe ofrecerse a la mujer una evaluación de la necesidad de extraer la placenta. Se debe informar a las mujeres de que esta evaluación puede ser dolorosa y se les debe aconsejar que reciban analgesia o incluso anestesia para esta evaluación.
- si una mujer no siente suficiente alivio del dolor durante la evaluación, el profesional sanitario debe interrumpir inmediatamente el examen y abordar esta necesidad
- si se requiere la extracción manual de la placenta, ésta debe realizarse bajo anestesia regional efectiva (o anestesia general cuando sea necesario).
Referencia:
- NICE (septiembre de 2007).Intrapartum care.