Podría decirse que el mejor lugar para que una mujer dé a luz es una unidad de maternidad moderna y bien equipada. Esto permite abordar todas las urgencias graves, lo que no es posible en las unidades aisladas de medicina general. Las unidades de medicina general de los grandes hospitales ofrecen un punto de encuentro. En ellas, el médico de cabecera puede supervisar todo el embarazo, y el consultor del hospital sólo actúa como apoyo.
Una alternativa en los embarazos sin complicaciones importantes es la "atención prenatal compartida". En este caso, el médico de cabecera y el especialista del hospital cooperan y complementan la gestión del embarazo. La madre permanece en casa atendida por el médico de cabecera hasta las últimas semanas de embarazo, momento en el que pasa al especialista para recibir atención hospitalaria.
Debe tomarse una decisión temprana en el embarazo sobre el lugar deseado para que se proporcione una gestión continua.
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