La hifemia es una secuela frecuente de los traumatismos oculares y se produce por la lesión de los vasos sanguíneos del iris con hemorragia en la cámara anterior. Como la coagulación no se produce fácilmente en el humor acuoso, la sangre se dispersa por la cámara anterior, donde oscurece la visión y dificulta el examen del fondo de ojo. Con el tiempo, la sangre se asienta y crea un nivel de líquido que se forma en la cámara anterior.
Por lo general, el hifema se dispersa en pocos días y no es necesario ningún tratamiento.
Ocasionalmente, la cámara anterior se llena de sangre causando glaucoma y tinción corneal. Es necesaria la evacuación quirúrgica.
El resangrado no es infrecuente y aumenta el riesgo de complicaciones.
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