Se trata de una infección del saco lagrimal. Suele ser unilateral y secundaria a la obstrucción del conducto nasolagrimal a la entrada de la nariz. Es más frecuente en lactantes o en personas mayores de 40 años, especialmente mujeres posmenopáusicas.
La dacriocistitis aguda suele ser consecuencia de una infección por estafilococos aureus o, con menor frecuencia, por estreptococos beta hemolíticos. En la dacriocistitis crónica, el organismo causante puede ser el estreptococo pneumoniae o, más raramente, Candida albicans.
En raras ocasiones, la afección se produce tras la obstrucción del conducto nasolagrimal por Actinomyces israelii (streptothrix) (1). Actinomyces israelii es un anaerobio grampositivo que forma cilindros y es difícil de aislar e identificar.
Se presenta con epífora, hinchazón y enrojecimiento en el canto interno del ojo. En la forma crónica, a menudo se forma un mucocele.
Raramente se desarrolla conjuntivitis. En caso de dacriocistitis neumocócica, puede aparecer una úlcera corneal tras un pequeño traumatismo corneal.
Los antibióticos como la penicilina suelen ser eficaces. Un mucocoele sugiere una obstrucción en el conducto nasolagrimal y requiere una dacriocistorrinostomía (un procedimiento para establecer la comunicación entre la cavidad nasal y el saco lagrimal).
Referencia:
Añada a esta página información que sería útil tener a mano durante una consulta, como una dirección web o un número de teléfono. Esta información se mostrará siempre que visite esta página