Los tumores filoides suelen desarrollarse en mujeres mayores de 35 años, pero pueden aparecer en chicas jóvenes alrededor de la menarquia.
Suele presentarse como una masa voluminosa y lobulada que aumenta mucho de tamaño y distorsiona la mama. La piel suprayacente está enrojecida y caliente, lo que refleja el aumento de la vascularización.
En los tumores grandes puede producirse necrosis cutánea por presión. En estos casos, la cápsula del tumor puede romperse y el tumor puede salir a través de la piel como una masa irregular.
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