Lo ideal es que el tratamiento de la artrogriposis se realice dentro de un equipo multidisciplinar especializado. Los objetivos son mantener la movilidad de todas las articulaciones contracturadas, pero la deambulación y la estabilidad son fundamentales en la extremidad inferior, mientras que en la extremidad superior se requiere una posición funcional que permita la alimentación y la higiene peroneal.
El tratamiento conservador se inicia en el momento del nacimiento e incluye la manipulación de las articulaciones, estiramientos y entablillado.
Si la evolución es lenta, puede ser necesaria una intervención quirúrgica. Con frecuencia, se combinan los procedimientos de las extremidades superiores e inferiores en una sola anestesia.
Normalmente, las contracturas son resistentes al tratamiento y la deformidad suele persistir.
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