La médula ósea está formada por vasos sanguíneos especializados y células extravasculares. Ocupan la cavidad medular de los huesos largos y los espacios intertrabeculares del hueso esponjoso. Estas cavidades están revestidas por una membrana, el endostio. La irrigación arteriolar del hueso se subdivide en amplios senos antes de reconvertirse en vénulas.
La pared del seno está formada por células endoteliales dispuestas como un epitelio escamoso simple; se asientan sobre una membrana basal y están rodeadas por la capa adventicia de células reticulares. Alrededor del exterior de la capa reticular del seno reside una red de células hemopoyéticas dispuestas en cordones.
En la médula roja, los cordones contienen grupos de células sanguíneas en desarrollo y megacariocitos cerca de la pared sinusal, con progenitores granulocíticos ligeramente más alejados. En los cordones también hay macrófagos, mastocitos y células plasmáticas.
Las células sanguíneas maduras pasan de las cuerdas a los senos apartando la capa adventicia y atravesando la membrana basal. La célula endotelial crea una abertura especial revestida de membrana a través de la cual pasa la nueva célula. Los megacariocitos extienden parte de su célula a través de dichas aberturas para verter plaquetas en la sangre. La abertura se sella después de que el elemento sanguíneo la haya atravesado.
La médula ósea amarilla se diferencia de la roja en que su principal componente son los adipocitos; los componentes normales de la médula roja están presentes en cantidades mucho menores.
Añada a esta página información que sería útil tener a mano durante una consulta, como una dirección web o un número de teléfono. Esta información se mostrará siempre que visite esta página