La luxación recidivante suele tratarse de forma conservadora, empujando la rótula de nuevo a su posición y aplicando un backslab de yeso. Se aconseja al paciente que realice ejercicios de fortalecimiento del cuádriceps, especialmente del vasto medial, para ayudar a estabilizar la rodilla.
La tendencia a la luxación puede desaparecer con la madurez del esqueleto. Sin embargo, si la luxación se produce en más de tres ocasiones y el paciente ha dejado de crecer, debe considerarse la cirugía. Las opciones incluyen una o más de las siguientes
- liberación de estructuras laterales
- tensado de las estructuras mediales
- transferencia del cóndilo tibial medialmente, para realinear la tracción del cuádriceps
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