La simpatectomía puede aliviar el dolor en reposo al dilatar los vasos de la piel y favorecer así el flujo sanguíneo cutáneo. La técnica puede realizarse mediante escisión quirúrgica de parte de la cadena simpática lumbar, o mediante inyección translumbar de fenol acuoso al 6%.
La simpatectomía redistribuye el flujo sanguíneo en la pierna en lugar de aumentar su cantidad total. Por consiguiente, es más beneficiosa cuando la isquemia es superficial. Tiene poco valor en los pacientes con claudicación intermitente en los que los síntomas se deben a una mala irrigación sanguínea del músculo.
Alrededor del 15% de las personas tratadas mediante simpatectomía obtienen un alivio suficiente de sus síntomas para evitar la cirugía reconstructiva o la amputación. La técnica puede ser útil en la curación de úlceras donde la isquemia está presente con algún otro factor como la insuficiencia venosa crónica.
El NICE afirma que "...no ofrezca simpatectomía química a personas con dolor isquémico crítico en las extremidades, excepto en el contexto de un ensayo clínico...".
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