El absentismo escolar se diferencia del rechazo escolar en que al niño no le impide ir al colegio una ansiedad neurótica, sino un deseo más fuerte de hacer otra cosa, como jugar en el parque o ver la televisión. Se asocia a trastornos de conducta.
El absentismo escolar persistente es infrecuente en niños de primaria. La incidencia del absentismo escolar aumenta a lo largo de la enseñanza secundaria y llega a ser mayor durante los últimos años de la misma.
Muchos absentistas pasan los días fuera del colegio en grupo.
Suelen tener un bajo rendimiento escolar y proceder de hogares empobrecidos.
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