Todos los antibióticos penicilínicos pueden utilizarse durante la lactancia con un control precautorio del lactante (1):
- la flucloxacilina, la fenoximetilpenicilina (penicilina V) y las penicilinas de amplio espectro, como la amoxicilina y la ampicilina, son las opciones preferidas, ya que hay más pruebas y experiencia que respaldan su uso
- las propiedades y características farmacocinéticas de todas las penicilinas son muy similares
- aunque la unión a proteínas y la biodisponibilidad varían entre las distintas penicilinas, todas son de naturaleza ácida y, por lo tanto, sólo cantidades insignificantes pasan a la leche
- los medicamentos atraviesan las membranas en forma no ionizada (2)
- la leche suele ser ligeramente más ácida (pH 7,2) que el plasma materno (pH 7,4), por lo que atrae bases orgánicas débiles como la oxicodona y la codeína
- estos fármacos se ionizan y quedan "atrapados" en la leche
- a la inversa, los ácidos orgánicos débiles, como la penicilina, tienden a ionizarse y quedar retenidos en el plasma materno
- ocasionalmente, se han notificado casos de alteración de la flora gastrointestinal del lactante con penicilinas, que han provocado diarrea o aftas, pero estos efectos no se han evaluado adecuadamente. (3)
- se han notificado casos ocasionales de erupción cutánea, náuseas, irritabilidad y somnolencia; por lo general fueron leves y autolimitados, y podrían atribuirse a otras causas (1)
- la elección del tratamiento debe basarse principalmente en las indicaciones clínicas y en consonancia con la política nacional y local en materia de antimicrobianos, siendo la idoneidad para la lactancia materna una consideración secundaria (1)
- idealmente, el tratamiento debe ser a la dosis terapéutica más baja durante el menor tiempo posible
Uso de preparados combinados de penicilina durante la lactancia
- algunas penicilinas se combinan con inhibidores de la betalactamasa como el ácido clavulánico (co-amoxiclav) o el tazobactam (combinado con piperacilina como Tazocin®), que ayudan a minimizar el riesgo de resistencia antimicrobiana
- no se dispone de información sobre la cantidad que pasa a la leche materna; sin embargo, los estudios no han detectado ningún motivo de preocupación por su uso durante la lactancia (1)
Niveles de leche materna
- la evidencia publicada sobre su uso en la lactancia materna es limitada (1)
- los estudios para amoxicilina, ampicilina, bencilpenicilina (penicilina G), flucloxacilina, fenoximetilpenicilina (penicilina V) y piperacilina muestran niveles insignificantes en la leche materna
- no hay información publicada sobre la pivmecillinam o la temocilina, pero se espera que los niveles en la leche materna sean bajos
Control del lactante
- como medida de precaución, vigilar la aparición de trastornos gastrointestinales, infección oral por cándida, reacciones de hipersensibilidad (incluyendo erupciones cutáneas o problemas respiratorios), náuseas, irritabilidad y somnolencia
- la vigilancia preventiva del lactante detectará rápidamente cualquier problema potencial
- por lo general, es necesario investigar más a fondo antes de poder atribuir al medicamento cualquier problema o efecto secundario (1)
- existe un riesgo teórico de hipersensibilidad en el lactante tras la exposición a las penicilinas a través de la leche materna (1)
- la exposición fetal a los antibióticos a través de la placenta puede causar sensibilización
- una exposición posterior puede provocar reacciones alérgicas, incluso a partir de las cantidades insignificantes observadas en la leche materna
- por lo tanto, como medida de precaución, debe vigilarse al lactante para detectar signos de hipersensibilidad, como erupciones cutáneas y problemas respiratorios.
Tratamiento de las infecciones del lactante con antibióticos a base de penicilina si la madre lactante también toma penicilina.
- si el lactante necesita tratamiento con penicilina u otro antibiótico, debe recibir la dosis terapéutica infantil adecuada, independientemente de la exposición concomitante a través de la leche materna (1)
Referencia: