La disfunción del tracto de salida del ventrículo derecho (TSVD) a menudo forma parte de cardiopatías congénitas complejas, como la tetralogía de Fallot
puede adoptar la forma de estenosis de la válvula pulmonar, incompetencia de la válvula pulmonar (regurgitación) o ambas
dependiendo de la gravedad de la afección y de las anomalías estructurales del corazón asociadas, la disfunción del TSVD provoca diversos grados de hipertrofia ventricular derecha e insuficiencia cardiaca derecha
si no se trata, puede ser mortal
es probable que la reconstrucción del TSVD, realizada como parte de la cirugía de una cardiopatía congénita, requiera una revisión a largo plazo como consecuencia del crecimiento del niño y/o la degeneración de cualquier válvula de sustitución. Normalmente, la revisión implica una nueva intervención quirúrgica con sustitución del TSVD y/o de cualquier conducto colocado previamente.
PPVI (implantación percutánea de válvula pulmonar) es una alternativa provisional a la cirugía para algunos pacientes. Este abordaje suele utilizarse en pacientes que se han sometido previamente a un conducto RVOT o a una sustitución valvular. Muchos de los pacientes con esta afección son adolescentes o adultos jóvenes, que pueden necesitar varios procedimientos de sustitución valvular a lo largo de su vida.
procedimiento:
El objetivo de la IPPV es proporcionar una intervención menos invasiva que la cirugía a corazón abierto para mejorar la función de la válvula pulmonar y la circulación a los pulmones, al tiempo que se reduce la presión en el ventrículo derecho. La estrategia de tratamiento puede consistir en retrasar la necesidad de una nueva revisión quirúrgica
El procedimiento se realiza con el paciente bajo anestesia general. La IPPV se realiza insertando un sistema de catéter a través de una vena grande (normalmente la vena femoral). Se realiza una angiografía para identificar la anatomía del TSVD y su relación con las arterias coronarias.
se introduce una válvula montada en un stent sobre una guía y se coloca en el TSVD, bajo guía fluoroscópica. A continuación se infla un balón para desplegar la válvula.
a veces se inserta primero un stent liso para dilatar el TSVD y proporcionar una superficie regular en la que pueda fijarse la válvula montada en el stent. Esto puede reducir el riesgo de fractura de la endoprótesis y aumentar así la longevidad de la válvula.
el procedimiento puede repetirse si es necesario
la mayoría de las válvulas utilizadas en este procedimiento proceden de animales
NICE sugiere que (1):
la evidencia sobre la implantación percutánea de válvulas pulmonares (IPPV) para la disfunción del tracto de salida del ventrículo derecho (TSVD) muestra una buena eficacia a corto plazo. Hay poca evidencia sobre la eficacia a largo plazo, pero está bien documentado que estas válvulas pueden necesitar ser reemplazadas a largo plazo. En cuanto a la seguridad, existen complicaciones bien conocidas, en particular la fractura del stent a largo plazo, que puede tener o no efectos clínicos. Los pacientes que se someten a este procedimiento suelen encontrarse muy mal y, de lo contrario, podrían necesitar una intervención a corazón abierto (normalmente reoperatoria) con sus riesgos asociados. Por lo tanto, este procedimiento puede utilizarse con las medidas habituales de gobierno clínico, consentimiento y auditoría.
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