Conocido coloquialmente como ácido, el LSD es una sustancia que, ingerida por vía oral, induce cambios perceptivos, en particular alucinaciones visuales, en 40 minutos, acompañadas de hipertensión leve, taquicardia, midriasis, rubor, salivación, lagrimeo y ataxia leve. Los efectos pueden durar de 8 a 12 horas.
Los cambios de humor son impredecibles y van desde la euforia extática hasta la melancolía y la desesperación aterradoras.
Se han notificado casos de muerte accidental o suicidio bajo los efectos del LSD, pero no se reconoce la dependencia.
Pueden producirse reacciones psicóticas prolongadas, que pueden durar de una semana a muchos años en las personas predispuestas, especialmente los esquizofrénicos.
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