Para utilizar la sonrisa como medida del funcionamiento social de un bebé, los bebés de menos de 6 semanas tienen una sonrisa refleja. Con más de 6 semanas sonríen de forma no selectiva a cualquier cara, desarrollando una mayor selección a los 3 - 4 meses, cuando sonríen a personas más familiares. A partir de los 6-7 meses hay una respuesta social diferencial en la sonrisa.
El habla, el miedo, el apego y otros parámetros también pueden utilizarse como medidas del funcionamiento social.
Así, entre los 6 y los 7 meses, el niño empieza a discriminar socialmente, y a partir de este momento la separación tendrá consecuencias.
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