La metanfetamina es un estimulante del sistema nervioso central que bloquea la captación y aumenta la liberación de noradrenalina, serotonina y dopamina, provocando euforia, vigilia y aumento de la atención (1,2):
La metanfetamina fabricada ilícitamente, que se vende en forma de cristal o polvo, suele fumarse. Las vías menos comunes son la inyección (<25%), el esnifado, la ingestión oral y la inserción rectal (1).
Presentación clínica
Los síntomas exacerbados por la metanfetamina pueden dividirse en tres factores:
La transición del consumo ocasional al compulsivo de metanfetamina puede ser rápida y algunos han informado de que se tarda una media de unos 50 días desde el inicio del consumo hasta el primer deseo de consumir droga, 60 días hasta el consumo habitual y 85 días hasta el consumo compulsivo (2).
Hay que tener en cuenta que la mayoría de las psicosis asociadas a la metanfetamina son breves y duran de horas a días; en algunos casos, los episodios psicóticos pueden persistir durante más de 6 meses y pueden reaparecer durante periodos de abstinencia de la droga (2).
Manejo (2):
Referencia:
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