Son tratamientos en los que el terapeuta emplea técnicas psicológicas para mejorar el malestar y los procesos psicológicos desordenados del paciente, como síntomas, problemas de personalidad o patrones de relación alterados.
Los tratamientos psicológicos implican
- la formación de una relación entre el paciente y el terapeuta
- hablar - con acción por parte del paciente
- un objetivo central de ayuda y cambio, el cambio relacionado con el comportamiento, las creencias y la emoción o los sentimientos
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