La inflamación articular es una característica común de las enfermedades articulares y el examen de una articulación inflamada debe dirigirse a discriminar los tres tipos de inflamación articular:
La primera puede identificarse mediante palpación directa y la inflamación ósea puede deberse a osteofitos o calcificación heterotópica. Sin embargo, si la tumefacción es blanda, la presencia de fluctuación sugiere la presencia de un derrame que puede corroborarse por la presencia de una punción rotuliana en la rodilla o por aspiración directa de la articulación. Una hinchazón firme no fluctuante es característica de un engrosamiento sinovial.
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