La colecistolitotomía laparoscópica percutánea describe un abordaje laparoscópico transperitoneal para la extracción de cálculos biliares.
Una vez que la radiología ha confirmado que no quedan cálculos, se coloca una sonda de Foley en la vesícula para drenar. La sonda se retira al cabo de unos 10 días; el paciente recibe el alta al cabo de 1-2 días.
Casi el 80% de los pacientes con cálculos biliares sintomáticos son aptos para el tratamiento. Los pacientes con vesículas de paredes gruesas no son aptos, ya que la perforación es difícil.
Hasta un 10% de los pacientes presentan recidivas de cálculos tras la colecistolitotomía percutánea.
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