La endocarditis infecciosa aguda es una enfermedad rara que se da en drogadictos intravenosos o inmunodeprimidos, o tras una enfermedad supurativa aguda como la neumonía o la meningitis. Las válvulas normales se ven afectadas en el 50% de los casos.
La mayoría de los casos se deben a Staph. aureus, pero también pueden estar implicados Strep. pneumoniae, Haemophilus influenzae, gonococos y meningococos.
La enfermedad tiene un inicio tormentoso con fiebre persistente, escalofríos, debilidad y lasitud. La aparición de soplos cardíacos, vasculitis y émbolos, incluidos los abscesos metastásicos, sugieren el inicio de una endocarditis.
El desarrollo de insuficiencia cardiaca grave puede indicar rotura cordal o destrucción valvular aguda.
La endocarditis infecciosa aguda se distingue de la forma subaguda más común de endocarditis en función de la virulencia del organismo patógeno implicado y de la presentación clínica. La incidencia, la investigación, el tratamiento, etc. de la endocarditis infecciosa aguda se consideran junto con las otras formas de endocarditis.
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