Las clínicas genitourinarias se crearon históricamente para tratar las enfermedades venéreas, definidas legalmente como sífilis, gonorrea y chancroide. Su papel ha evolucionado con la aparición de diferentes enfermedades, como la gonorrea en los años 60, la clamidia a principios de los 70, el sida en los 80, etc.
En la actualidad, constituyen un lugar de autoconsulta totalmente confidencial (tal y como dicta la ley) para las personas preocupadas por cualquier síntoma genitourinario. También reciben derivaciones -formales e informales- de otros profesionales sanitarios; el mejor ejemplo de esto último son las pruebas del VIH que se ofrecen, cuya confidencialidad no se puede ceder en los contratos de seguros.
La función de asesoramiento de los dispensarios, sobre todo en lo que respecta a las pruebas del VIH, es importante.
Añada a esta página información que sería útil tener a mano durante una consulta, como una dirección web o un número de teléfono. Esta información se mostrará siempre que visite esta página