El trastorno narcisista de la personalidad se describe en personas con un grandioso sentido de la propia importancia o singularidad, preocupadas por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, etc. Quizás carezcan de calidez y empatía, y probablemente respondan con rabia provocada por las críticas. A menudo muestran aburrimiento y vacío.
Hay rasgos compartidos con los estados límite, pero esta condición es quizá más estable, con una frontera borrosa entre ésta y la personalidad antisocial.
Narciso era un tipo que realmente se amaba a sí mismo, al igual que muchas mujeres, muchas de las cuales perdieron sus corazones rotos porque él no estaba interesado en nadie más que en sí mismo. Los dioses se enteraron y acabaron convirtiéndolo en piedra mientras contemplaba arrodillado su reflejo en un estanque. De la piedra creció la flor del narciso.
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