Las fracturas del tubérculo escafoides deben tratarse como un esguince de muñeca mediante un vendaje de crepé y una movilización precoz.
Todas las demás fracturas no desplazadas y las lesiones en las que se sospeche una fractura por los signos clínicos, pero que no se hayan confirmado con radiografías, requieren la inmovilización completa del carpo. Se aplica una escayola desde la parte superior del antebrazo hasta las cabezas metacarpianas, y alrededor de la base del pulgar hasta debajo de la articulación interfalángica. La muñeca se mantiene en pronación completa, desviada radialmente, parcialmente dorsiflexionada y el pulgar en abducción media.
En caso de fractura confirmada, la escayola se mantiene durante 6 semanas. En caso de sospecha de fractura, la escayola debe retirarse a los 10 días y la lesión debe reevaluarse repitiendo la radiografía oblicua.
Una muñeca que siga sensible o en la que la fractura siga siendo visible después de 6 semanas requiere otras 6 semanas de inmovilización con la escayola. Si estos signos persisten después de 12 semanas, o bien la curación se ha retrasado, en cuyo caso puede acelerarse la unión mediante un injerto óseo, o bien no se ha producido la unión.
Para las fracturas desplazadas, el tratamiento es esencialmente el mismo, salvo que primero se reduce la fractura, normalmente de forma abierta, y se fija con un tornillo de compresión. A continuación se inmoviliza el carpo como se ha indicado anteriormente.
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