La mayoría de las lesiones en la yema del dedo deben remitirse a un cirujano para su evaluación. Se necesita tejido pulpar para rellenar el hueso de la yema del dedo y a veces se realiza una intervención quirúrgica para reconstruirlo.
Las lesiones en las yemas de los dedos en niños menores de tres años pueden tratarse sólo con apósitos si se ha perdido menos de un tercio de la longitud de la uña. Los colgajos de tejido en niños pequeños son sorprendentemente viables si se esterilizan en su lugar.
Las lesiones del lecho ungueal en las que hay desplazamiento o deformidad de la punta del dedo deben remitirse a urgencias.
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