los niveles de lípidos (colesterol total, LDL y HDL) descienden significativamente unas 24 horas después de un infarto agudo de miocardio y permanecen reducidos, en general, durante al menos 6 semanas, por lo que las mediciones realizadas durante este periodo producen resultados poco representativos (1)
en el momento de un síndrome coronario agudo, en particular un infarto de miocardio, el colesterol total, el colesterol LDL y el colesterol HDL disminuyen (y los triglicéridos pueden aumentar)
otras enfermedades vasculares agudas, otras enfermedades graves y la cirugía mayor pueden tener efectos similares en los lípidos sanguíneos
la reducción de los niveles de colesterol total tras un infarto de miocardio suele durar unas 6-8 semanas, aunque puede prolongarse si la recuperación es complicada
la medición de lípidos debe realizarse lo antes posible tras el inicio del síndrome coronario agudo (y preferiblemente en las 24 horas siguientes al inicio de los síntomas). La medición proporcionará una indicación razonable de los valores de colesterol total y colesterol HDL antes del evento agudo, aunque generalmente será una subestimación
a la luz de la reducción de los niveles de lípidos tras el síndrome coronario agudo, es importante medir un perfil lipoproteico completo en ayunas unas 8-12 semanas después del acontecimiento agudo, aunque normalmente será después de haber iniciado el tratamiento con estatinas. Las razones para volver a medir los niveles de lípidos incluyen
evaluar si la persona ha alcanzado los objetivos de colesterol total y LDL y, por tanto, servir de guía para posibles cambios en el tratamiento de modificación lipídica
las causas secundarias de elevación de lípidos, cuando no se hayan investigado a fondo durante el ingreso hospitalario, deben evaluarse al mismo tiempo (incluyen el abuso de alcohol, la diabetes, la enfermedad renal, la enfermedad hepática y el hipotiroidismo tratado inadecuadamente).
Referencia:
Factfile (6/98). Fundación Británica del Corazón.
JBS2: Joint British Societies' guidelines on prevention of cardiovascular disease in clinical practice. Heart 2005; 91 (Supp 5).
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