Tratamiento

El tratamiento se basa en tres objetivos

• realineación - restauración de los patrones normales de tensión que, por sí mismos, favorecen la curación. Dependiendo de la fractura, esto puede lograrse durante la estabilización o posteriormente con fijadores externos. Cuando la no unión es el resultado de un hueso compañero intacto, puede estar indicada la osteotomía - por ejemplo, del peroné para promover la curación de la no unión tibial. En otras situaciones, puede ser necesario liberar los tejidos blandos para corregir una contractura.
• Estabilización: para permitir que la fractura soporte la carga a la que está sometida. Existen muchos dispositivos, como placas, clavos intramedulares y fijadores externos.
• Fomento de la formación de hueso nuevo: mediante injerto óseo, ya sea autoinjerto (hueso del propio paciente) o aloinjerto (hueso de cadáver); carga de peso mediante movilización; o terapia de campo electromagnético pulsado (PEMF).

La intervención quirúrgica no siempre es necesaria. A menudo, la pseudoartrosis hipertrófica responde bien a una simple ortesis funcional, aunque el tratamiento puede ser prolongado. Puede aplicarse PEMF a través de una escayola para estimular la osteogénesis en una unión atrófica.

Una vez que se ha corregido la alineación, si es necesario, la pseudoartrosis hipertrófica suele responder bien a la fijación rígida. En las pseudoartrosis atróficas siempre es necesaria alguna forma de promoción ósea, que en la mayoría de los casos se consigue mediante un injerto óseo.

En el caso de una pseudoartrosis infectada, la primera prioridad es controlar la infección con cirugía local agresiva para eliminar todo el material no viable y antibióticos adecuados. Puede recurrirse a la fijación externa para obtener estabilidad y alineación. También se apoya la técnica de transporte óseo en la que se distrae gradualmente hueso sano a través de una osteotomía para crear hueso nuevo mientras, al mismo tiempo, se cierra el defecto con hueso sano existente.