Son muchos los factores que pueden impedir la cicatrización ósea y provocar un retraso en la unión o la no unión. Conviene analizarlos en función de la lesión, el hueso, el tratamiento de la lesión y el paciente, aunque en cualquier caso todos ellos pueden contribuir.
La lesión:
- interposición de tejido entre los fragmentos óseos - periostio, músculo o cartílago
- expulsión del fragmento óseo en el lugar de la lesión que produce una separación excesiva
- conminución o desplazamiento graves que producen inestabilidad
- hueso compañero intacto que impide la realineación y la aposición ósea - por ejemplo, un peroné intacto con una tibia fracturada
- contractura de los tejidos blandos que produce una fuerza deformante - por ejemplo, equinismo del tobillo que provoca la angulación de una fractura del tibial medio.
el hueso
- mala calidad - por ejemplo, una fractura patológica
- mala circulación local - por ejemplo, fractura del cuello del fémur
- infección
Tratamiento de la fractura:
- tracción excesiva - separar demasiado los fragmentos
- mala fijación - mal aplicada o técnica incorrecta
- esplintage excesivo - el hueso se vuelve osteoporótico, los músculos atrofiados y las articulaciones rígidas
El paciente:
- poco motivado - no quiere movilizarse
- mal alimentado
- mala salud general