Normalmente, los testículos se encuentran en el escroto en posición casi vertical. Esta posición vertical se consigue mediante el anclaje del cordón espermático y la fijación a la pared posterior del escroto.
El mecanismo más común es una inversión anormalmente alta del testículo y el epidídimo por la túnica vaginal. Esto crea una longitud libre de cordón dentro del escroto que permite al testículo rotar dentro de la túnica vaginal como un "badajo en una campana".
Los testículos no descendidos son vulnerables a la torsión debido a la sujeción limitada del cordón dentro del escroto.
Ocasionalmente, el testículo descansa sobre un mesenterio largo separado del epidídimo y se tuerce sobre este mesenterio - mesorquio congénitamente largo.
En los neonatos, el testículo y las capas que lo recubren, incluida la túnica vaginal, pueden sufrir torsión (torsión extravaginal).
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