Las pruebas de la aparición de adicción en el ámbito clínico son escasas; de hecho, es muy raro que los pacientes se conviertan en adictos. Esto se debe probablemente a la valoración de los efectos del fármaco frente al dolor que siente el paciente.
Entre las personas que se preocupan se encuentran el paciente, las enfermeras, la familia y el personal médico; hay que tranquilizarles diciéndoles que el uso a corto plazo de opiáceos para aliviar el dolor no provocará adicción.
Además, no existe ninguna relación entre la disponibilidad de opiáceos en los pabellones y su posterior disponibilidad en las calles.
Por último, el médico prescriptor no va a crear un adicto a partir de un paciente terminal.
Añada a esta página información que sería útil tener a mano durante una consulta, como una dirección web o un número de teléfono. Esta información se mostrará siempre que visite esta página