La combinación de una tiazida y un diurético de asa se considera beneficiosa en pacientes con insuficiencia cardíaca que no responden a ninguno de los dos fármacos por sí solos. Los pacientes sometidos a este régimen son susceptibles de sufrir cambios masivos en los electrolitos y el equilibrio hídrico. Se aconseja un seguimiento regular.
La combinación de frusemida y metolazona se utiliza habitualmente.
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