Una quemadura importante puede comprometer la respiración de varias maneras:
- producir un defecto restrictivo del movimiento de la pared torácica
- dañar directamente los alvéolos para reducir el intercambio gaseoso
- producir una respuesta inflamatoria sistémica con daños mediadores en los pulmones, como ocurre en el SDRA.
El examen inicial debe ser sistemático:
- observar al paciente en su totalidad:
- cianosis en caso de falta de oxígeno
- tono rosa cereza en la intoxicación por monóxido de carbono
- exponer el tórax
- buscar una excursión adecuada y simétrica
- buscar una quemadura circunferencial en el tórax en todos los grupos y en el abdomen en los niños pequeños que ventilan principalmente con el diafragma; puede ser necesaria una escarotomía
- auscultar el grado de resonancia - a menudo se pasa por alto un neumotórax en los heridos múltiples
- escuchar los ruidos respiratorios
- cuente la frecuencia respiratoria; la taquipnea puede ser un signo precoz de compromiso en el obtuso
Administrar siempre oxígeno al 100%. Si el paciente no respira, está demasiado agotado para respirar adecuadamente o corre el riesgo de ocluir las vías respiratorias, considere la posibilidad de intubarlo y ventilarlo. Para otras consideraciones con respecto a la respiración en el paciente con traumatismo concomitante, véase el submenú.