Es característica la pérdida de todos los apéndices cutáneos: folículos pilosos, glándulas sebáceas, glándulas sudoríparas. Los haces de colágeno dérmico se agrandan y corren paralelos a la superficie de la piel, y las capas dérmicas papilar y reticular se vuelven menos distinguibles. La epidermis suprayacente es fina y atrófica.
Aunque la etiología de la morfea sigue siendo desconocida, la mayoría de los dermatólogos sugieren que se trata de un trastorno autoinmune de la piel (hipótesis autoinmune) (1).
Se especula con una asociación con la espiroqueta Borrelia bergdorferi, causante de la enfermedad de Lyme.
Referencias:
Añada a esta página información que sería útil tener a mano durante una consulta, como una dirección web o un número de teléfono. Esta información se mostrará siempre que visite esta página