Existen diversas variantes de la estructura normal de la piel, por ejemplo, según el lugar del cuerpo, la raza, la edad, etc., que deben tenerse en cuenta durante el examen:
- color: varía con la densidad de melanocitos, la concentración de pigmento, el flujo sanguíneo, etc.
- grosor: piel gruesa, por ejemplo, la parte superior de la espalda; diferente de la definición histológica de piel gruesa basada en el grosor epidérmico
- densidad de pelos por unidad de superficie: algunas zonas carecen de pelos, por ejemplo, la superficie palmar de la mano y la superficie plantar del pie
- distribución del vello: diferencia entre sexos, dependiente de la exposición y respuesta hormonal
- pliegues cutáneos:
- pliegues articulares: donde la piel está más adherida al tejido más profundo
- líneas de arrugas: causadas por la contracción muscular profunda a la piel y perpendicular al eje largo del músculo
- líneas de contorno: líneas que delimitan la unión de planos corporales, por ejemplo, el surco nasogeniano
- líneas de dependencia: debidas al efecto de la gravedad sobre la piel suelta y el tejido graso con la edad, por ejemplo, los pliegues que delimitan la papada facial
- líneas de escote: líneas de Langer que siguen el recorrido de los haces fibrosos subcutáneos
- cicatrices existentes: estado de reparación, hipertróficas o queloides
- riego sanguíneo: color, temperatura, relleno capilar
- crestas dérmicas: "huellas dactilares"; papel en el agarre y el reconocimiento de texturas
- glándulas sudoríparas: densidad y actividad
- glándulas sebáceas: densidad y actividad
- inervación: sensibilidad a un estímulo determinado y variación en todo el cuerpo; por ejemplo, pruebas de discriminación de dos puntos para el tacto fino