El prurito grave puede ser una complicación poco frecuente en algunos pacientes con cáncer (aunque puede producirse un prurito leve como consecuencia de la sequedad cutánea, las infecciones por cándida o la inflamación local).
En la mayoría de los pacientes, el prurito grave puede atribuirse a la colestasis, pero otras causas de prurito en pacientes con cáncer incluyen:
- prurito paraneoplásico: normalmente, la supresión del crecimiento del tumor detendrá el prurito y, en algunos casos, puede preceder en meses (o a veces en años) al diagnóstico de cáncer, por ejemplo, en los linfomas
- prurito neuropático - debido al daño causado por el crecimiento localizado del tumor (1)
El prurito asociado a la ictericia obstructiva suele responder a medidas sencillas como los emolientes.
En casos de ictericia obstructiva, otras medidas incluyen
- colestiramina
- rifampicina
- naltrexona (1)
- un esteroide anabolizante como el danazol (2)
- antihistamínicos: clorfenamina 4 mg 3 veces/día puede sedar - loratadina 10 mg diarios no suele sedar
En el prurito paraneoplásico, los pacientes pueden responder al tratamiento con paroxetina o sertralina (1).
Para el prurito neuropático, la gabapentina puede ser útil (1).
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