En septiembre de 2005 se publicaron los resultados del ensayo Anglo-Scandinavian Cardiac Outcomes Trial - Blood Pressure Lowering Arm (ASCOT-BPLA) (1).
ASCOT-BPLA fue un ensayo controlado aleatorizado en el que participaron 19.257 pacientes de 40 a 79 años con hipertensión y al menos tres factores de riesgo adicionales de enfermedad cardiovascular (por ejemplo, edad > 55 años, sexo masculino, tabaquismo, microalbuminuria o proteinuria, diabetes de tipo 2).
se excluyó a los pacientes con infarto de miocardio (IM) previo, ictus reciente o angina tratada
el tratamiento de la hipertensión se basó en regímenes escalonados de un betabloqueante (atenolol) y un diurético tiazídico, o un antagonista del calcio (amlodipino) y un inhibidor de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA), con adición de doxazosina, si era necesario, para alcanzar la presión arterial (PA)
al finalizar el estudio, el 78% de los pacientes tomaban al menos dos fármacos
ASCOT-BPLA fue interrumpido prematuramente por el comité de control de la seguridad de los datos tras una mediana de 5,5 años, cuando los análisis provisionales mostraron una mayor mortalidad de los pacientes del grupo del atenolol.
Resultados (1):
Criterio de valoración primario (IM no mortal más cardiopatía coronaria mortal CHD): el ensayo no reveló una significación estadística entre los grupos de tratamiento:
grupo amlodipino 4,5%; grupo atenolol 4,9% (HR 0,90; IC 95% 0,79-1,02)
se encontraron diferencias significativas a favor del grupo de amlodipino en la mayoría de los criterios de valoración secundarios, incluida la mortalidad CV, los accidentes cerebrovasculares y los eventos CV más procedimientos
menos pacientes desarrollaron diabetes de nueva aparición en el grupo de amlodipino que en el de atenolol: 5,9% frente a 8,3% (HR 0,70; IC 95%: 0,63 - 0,78).
El 25% de los pacientes de ambos grupos interrumpieron el tratamiento prematuramente debido a acontecimientos adversos (AA).
en el grupo de amlodipino se produjeron menos acontecimientos adversos graves que en el grupo de atenolol (1,7% frente a 2,6%, P<0,0001)
sin embargo, en un editorial de la revista Lancet se ha afirmado que las diferencias en los resultados entre los grupos pueden explicarse por la diferencia en los efectos reductores de la PA entre los dos regímenes, que fue de una media de 2,7/1,9 mmHg durante el estudio (P<0,0001) (2)
Notas:
ASCOT-BPLA refuerza los argumentos a favor de un uso más cauteloso de los betabloqueantes (o al menos del atenolol) como tratamiento de primera línea para la hipertensión, pero puede haber ocasiones en las que sea apropiado, por ejemplo, si un paciente tiene cardiopatía coronaria (3)
ASCOT-BPLA confirma que una estrategia de tratamiento basada en un betabloqueante y un diurético puede aumentar el riesgo de diabetes de nueva aparición.
ASCOT-BPLA no disminuye la posición de los diuréticos tiazídicos como tratamiento de primera línea muy apropiado para muchos pacientes con hipertensión (4).
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