Puede afectar a todas las edades y razas. El pico de incidencia se da en la tercera y cuarta décadas de la vida. Afecta por igual a hombres y mujeres.
La hipertensión es la característica de presentación habitual. Puede ser sostenida o paroxística con periodos intermedios de normotensión.
Otros síntomas relacionados con el exceso de catecolaminas pueden presentarse de forma aguda como una crisis hipertensiva, con características como:
Prácticamente cualquier estrés puede precipitar un ataque, por ejemplo, el ejercicio, la emoción, los cambios posturales, los procedimientos diagnósticos o la cirugía. En ocasiones, los ataques se producen espontáneamente. En raras ocasiones son mortales.
Los pacientes pueden presentar efectos cardiovasculares, cerebrovasculares y renales típicos de la hipertensión prolongada, como insuficiencia cardiaca congestiva con edema pulmonar.
Debe sospecharse el diagnóstico de feocromocitoma
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