El tratamiento farmacológico inicial permite intervenciones quirúrgicas óptimas.
- médico
- objetivo - controlar los efectos adversos de las catecolaminas circulantes hasta la cirugía definitiva
- alfabloqueantes (fenoxibenzamina, metirosina, prazosina) para controlar la hipertensión. Una vez utilizados los alfabloqueantes, si hay taquicardia
- betabloqueantes (propranolol oral) - previene las arritmias inducidas por catecolaminas
- fentolamina o nitroprusiato - crisis hipertensivas durante y antes de la cirugía
- la hipotensión es una complicación postoperatoria que se previene con una adecuada expansión de volumen preoperatoria.
El tumor se localiza mediante los siguientes métodos de imagen:
- TC - que puede detectar tumores de más de 1 cm de diámetro
- gammagrafía con 131 I-meta-yodobencilguanidina (MIBG):
- más sensible que la TC
- La MIBG se concentra específicamente en las células adrenérgicas y es útil para evaluar las metástasis
La cirugía es curativa en el 75% de los casos
- para los feocromocitomas suprarrenales
- adrenalectomía tras estabilización preoperatoria
- adrenolectomía laparoscópica
- abordaje transabdominal
- debe evitarse la manipulación excesiva del tumor durante la operación, ya que puede liberar grandes cantidades de catecolamina en la circulación, lo que provocaría una hipertensión aguda grave
- en caso de crisis hipertensiva, debe disponerse durante la intervención de vasodilatadores como el nitroprusiato sódico y de alfabloqueantes y betabloqueantes intravenosos
- la mortalidad operatoria es de al menos el 3%.
Cuando la cirugía no es posible, considerar el tratamiento con:
- fenoxibenzamina y propranolol
- alfa-metil-p-tirosina - inhibe la hidroxilación de la tirosina en dopa y, por tanto, reduce la síntesis de adrenalina y noradrenalina
quimioterapia combinada si es maligno
- ciclofosfamida
- vincristina
- dacarbazina