Se puede utilizar un laparoscopio para acceder directamente a la vesícula biliar a través de la pared abdominal en los casos de colecistitis aguda, empiema y vesícula perforada con absceso local. El abordaje percutáneo está especialmente indicado en pacientes frágiles y de edad avanzada cuando una intervención abierta entrañaría un riesgo demasiado elevado.
La zona inflamada puede puncionarse con precisión, liberando así el pus y aliviando los síntomas. Una vez resuelto el episodio agudo, los cálculos precipitantes pueden extraerse por la misma vía.
La mortalidad de los pacientes comprometidos en situación de urgencia se sitúa en torno al 10-14%. Esto contrasta con el 5% de los procedimientos electivos.
Referencias
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