- Los análisis de sangre suelen incluir:
- hemograma completo, urea y electrolitos, pruebas de función hepática (PFH), calcio, albúmina y cociente internacional normalizado (INR)
- la enfermedad biliar suele producir un cuadro colestásico - fosfatasa alcalina (ALP) y gamma-glutamil transferasa (GGT) elevadas con anomalías variables de las transaminasas (AST, ALT)
- en las fases iniciales de la obstrucción biliar, la ALT aumenta antes que la ALP; la colestasis produce una hiperbilirrubinemia conjugada
- El INR y la albúmina indican la función sintética del hígado; son buenos indicadores de la gravedad de la enfermedad junto con la bilirrubina.
Si hay anomalías de la función renal en presencia de enfermedad hepática, esto indica generalmente un peor pronóstico.
Investigaciones hematológicas:
- leucocitosis con neutrofilia si hay sepsis biliar
- anemia de grado variable
- carencia de hierro - si ha habido pérdida crónica de sangre gastrointestinal
- macrocitosis: puede ser secundaria al abuso de alcohol o a enfermedades del intestino delgado, como sobrecrecimiento bacteriano e infestaciones parasitarias.
Referencia:
- Prescriptor 2003; 14(23):20-9.