La hemostasia por medios térmicos ha demostrado ser muy eficaz para detener las hemorragias, sobre todo las provocadas por úlceras pépticas. También están mejorando los criterios de selección de las lesiones que probablemente requieran y respondan a un abordaje térmico. Por ejemplo, un "vaso visible" en la base de una úlcera tiene más probabilidades de volver a sangrar que un coágulo suprayacente en un lugar determinado.
Los métodos de hemostasia térmica incluyen
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