Los traumatismos, incluidos los daños quirúrgicos, pueden tener las siguientes secuelas nutricionales:
- gasto energético total:
- en los traumatismos menores e incluso en operaciones bastante importantes como la gastrectomía y la colectomía, el gasto energético total no está necesariamente aumentado. El gasto metabólico activo se reduce, ya que el paciente suele ser sedentario, lo que compensa el aumento de la tasa metabólica en reposo, que suele ser del 10-15%.
- en traumatismos graves, cirugía y otros estados hipercatabólicos, el gasto energético total aumenta como resultado de grandes incrementos de la tasa metabólica en reposo, por ejemplo, el 100% con quemaduras graves, y con frecuencia, una incapacidad para aumentar la ingesta nutricional.
- Proteínas: el tipo de operación determina la cantidad de proteínas perdidas. La pérdida de masa muscular es significativamente mayor que la de masa proteica; la relación es de 1 gramo de proteína por 5 gramos de músculo. Por lo tanto, si el catabolismo se expresa como pérdida de nitrógeno por día en gramos:
- herniotomía 3g/día
- apendicectomía 6g/día
- colecistectomía 12 g/día
- fractura de fémur 15 g/día
- peritonitis 18g/día
Fisiológicamente, los cambios en el metabolismo con el aumento de la gravedad de la lesión son el resultado de:
- células inflamatorias y necróticas que liberan citoquinas, en particular TNF, IL-1 e IL-6
- la adrenalina y el glucagón provocan una glucogenólisis precoz
- el cortisol y el glucagón estimulan la gluconeogénesis
- la hormona del crecimiento, el glucagón y la noradrenalina aumentan la lipólisis