El tratamiento del carcinoma colónico consiste en una amplia resección quirúrgica de la sección afectada y su drenaje linfático regional tras la preparación del intestino (1).
Se explora el abdomen para determinar la resecabilidad del tumor y buscar carcinomas primarios múltiples de colon, metástasis a distancia y enfermedad abdominal asociada. Se procura no contribuir a la diseminación del tumor mediante palpaciones innecesarias. Algunos autores han preconizado incluso la oclusión del intestino con esparadrapo a ambos lados de la lesión para contener las células cancerosas exfoliadas dentro del segmento que se va a resecar.
La porción cancerosa se moviliza y se extirpa.
La resección laparoscópica (incluida la resección asistida por laparoscopia) se recomienda como alternativa a la resección abierta para las personas con cáncer colorrectal en las que tanto la cirugía laparoscópica como la cirugía abierta se consideran adecuadas (3).
Referencias:
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