La cirugía puede considerarse cuando los factores tubáricos son el origen de la infertilidad. Desgraciadamente, los resultados son decepcionantes, ya que a menudo no se recupera la acción ciliar de las trompas, incluso cuando se restablece la permeabilidad tubárica. Los mejores resultados se obtienen en la reversión de la esterilización; entre el 60 y el 80% de las pacientes consiguen posteriormente un embarazo.
Las técnicas operatorias incluyen:
- La salpingolisis - división de las adherencias peritubáricas alrededor de los extremos ampulares. Es más eficaz cuando las fimbrias no están dañadas. El 30% de las pacientes pueden quedar embarazadas, aunque corren un mayor riesgo de embarazo ectópico.
- Salpingostomía: indicada en caso de oclusión fimbrial. Las tasas de éxito son bajas, ya que las fimbrias suelen estar dañadas y hay tendencia a que la nueva abertura se cierre.
- Anastamosis tubárica y reimplantación - indicada cuando la parte ístmica de la trompa está ocluida. Se extirpa el segmento obstruido y se anastomosan los extremos cortados. Si la obstrucción está localizada, el 70% de las pacientes pueden conseguir el embarazo.
Referencia
- NICE. Problemas de fertilidad: evaluación y tratamiento. Guía clínica CG156. Publicada en febrero de 2013, última actualización en septiembre de 2017
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