La acarbosa es un ejemplo de inhibidor de la enzima alfa-glucosidasa utilizado en el tratamiento de la diabetes mellitus no insulinodependiente (DMNID). Ralentiza la conversión de polisacáridos en monosacáridos en el intestino.
Su uso debe restringirse a quienes no hayan respondido a la dieta sola y no toleren los fármacos hipoglucemiantes orales convencionales, o en quienes estos últimos estén contraindicados (1). Su papel como complemento de otros hipoglucemiantes aún no está claro (1).
Asimismo, las directrices del NICE recomiendan que se considere el uso de acarbosa en personas incapaces de utilizar otros medicamentos orales hipoglucemiantes (2).
El uso de la acarbosa está limitado por los efectos secundarios gastrointestinales (3)
- un estudio controlado con placebo en el que participaron 1.946 pacientes con diabetes de tipo 2 (previamente incluidos en el UKPDS) demostró que, al cabo de tres años, las tasas de cumplimiento eran significativamente más bajas en el grupo al que se administró acarbosa además del tratamiento preexistente que en el grupo al que se administró placebo (39% frente a 58%, p<0,0001) (4)
- el incumplimiento del tratamiento con acarbosa se debió principalmente al aumento de la proporción de pacientes que declararon flatulencia (30% frente a 12%, P<0,00001) y diarrea (16% frente a 8%, P<0,0001)
- este estudio reveló que la acarbosa mejoró el control glucémico a lo largo de tres años, independientemente del tratamiento que estuvieran recibiendo los pacientes
- Sin embargo, el estudio no fue lo suficientemente amplio como para proporcionar información sobre si la acarbosa reducía los eventos microvasculares o macrovasculares.
Una revisión sistemática más reciente concluyó (5):
- no está claro si los inhibidores de la alfa-glucosidasa influyen en la mortalidad o la morbilidad de los pacientes con diabetes tipo 2
- estos agentes tienen un efecto significativo sobre el control glucémico y los niveles de insulina, pero ningún efecto estadísticamente significativo sobre los lípidos y el peso corporal. Sin embargo, estos efectos son menos seguros cuando los inhibidores de la alfa-glucosidasa se utilizan durante más tiempo.
- las dosis de acarbosa superiores a 50 mg TDS no ofrecen ningún efecto adicional sobre la hemoglobina glucosilada, sino más efectos adversos
- en comparación con las sulfonilureas, los inhibidores de la alfa-glucosidasa reducen los niveles de insulina en ayunas y tras la carga, y presentan un perfil inferior en cuanto al control glucémico y los efectos adversos
Referencia: