Se trata de una reacción relativamente frecuente que complica entre el 0,5% y el 1% de todas las transfusiones y que se produce sobre todo en pacientes que han recibido transfusiones anteriormente o que han estado embarazadas.
La NHFTR se caracteriza por fiebres y/o rigores que aparecen durante la transfusión o poco después, como resultado de los anticuerpos contra los glóbulos blancos de la sangre del donante.
La transfusión debe interrumpirse.
La recurrencia se previene administrando profilácticamente hidrocortisona y clorfenamina (piriton), o utilizando sangre de la que se han eliminado los leucocitos por filtración.
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