El paracetamol es un analgésico menor relativamente seguro para las madres lactantes. En raras ocasiones, puede producirse una erupción en el niño. No debe administrarse asprina: pasa fácilmente a la leche materna, donde puede provocar el síndrome de Reye.
Los AINE pasan a la leche en baja concentración. El naproxeno y la indometacina se han relacionado con reacciones adversas poco frecuentes, por lo que deben evitarse. Fármacos como el ibuprofeno y el ketoprofeno tienen vidas medias más cortas, por lo que son más adecuados.
Los analgésicos narcóticos parecen ser seguros en dosis únicas después del parto. Las dosis múltiples están relacionadas con la acumulación con depresión respiratoria asociada. De nuevo, si hay una historia temprana de compromiso respiratorio, deben evitarse los narcóticos; las alternativas incluyen las bombas de PCA y la vía epidural.
Debe consultarse el correspondiente resumen de las características del producto (RCP) antes de prescribir un fármaco durante la lactancia.
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