La no descendencia o maldescendencia del testículo es un factor predisponente para los tumores testiculares, aumentando el riesgo 30 veces.
Cuanto mayor es la localización del testículo no descendido, mayor es el riesgo de malignidad:
- 1 de cada 20 para un testículo intraabdominal
- 1 de cada 100 para un testículo inguinal
Este riesgo no se modifica con la orquidopexia, lo que sugiere que puede tratarse de una anomalía subyacente de los testículos que predispone tanto a la malignidad como a la maldescendencia. Sin embargo, la orquidopexia permite un reconocimiento más precoz del cambio maligno.
Otros factores implicados
- genéticos - no existe un patrón de herencia bien definido
- disgenesia testicular - el 25% desarrolla malignidad
- Factores maternos: el aumento del peso y la adiposidad de la madre influyen en el entorno endocrino del feto en desarrollo e inician cambios que predisponen a una malignidad posterior.
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