Los pacientes con angina de pecho estable tienen una incidencia anual del 3 al 4% de infarto de miocardio y muerte, y las principales terapias disponibles (modificaciones del estilo de vida, medicación, intervención coronaria percutánea e injerto de bypass coronario) tienen como objetivo principal reducir el riesgo de muerte, infarto de miocardio y accidente cerebrovascular y mejorar la calidad de vida reduciendo los síntomas (1).
La angina refractaria (inestable) tiene peor pronóstico. Los pacientes con angina refractaria tienen una calidad de vida muy mala, con hospitalizaciones frecuentes, y las opciones terapéuticas tienen un bajo nivel de evidencia a su favor (2)
Referencias.
1. Manfredi R et al. Angina en 2022: Perspectivas actuales. J Clin Med. 2022 Dic; 11(23): 689
2. Neumann F.J et al. 2019 ESC Guidelines for the Diagnosis and Management of Chronic Coronary Syndromes. Eur. Heart J. 2020;41:407-477.
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