El pronóstico depende en gran medida del tamaño del defecto y del contexto en el que se ha producido.
En general, el pronóstico es bueno para los pacientes con CIV (muscular y perimembranosa)
- En los 2 primeros años de vida, aproximadamente el 80% de los defectos cierran espontáneamente. Alrededor del 20% siguen presentando una derivación de gran volumen más allá de la infancia. Estos pacientes y los que desarrollan insuficiencia cardiaca en la infancia se tratan mejor con una intervención. El desarrollo de enfermedad vascular pulmonar es infrecuente antes de los 2 años, pero la incidencia aumenta significativamente en pacientes de más de 2 años (1)
- el cierre espontáneo es raro por encima de los 2 años
- después de más de seis años, casi un tercio de todos los defectos perimembranosos y algo más de dos tercios de todos los defectos musculares se cierran espontáneamente
- las comunicaciones interventriculares (CIV) de salida tienen una baja incidencia de cierre espontáneo, y las CIV de entrada no se cierran.
Defectos de larga duración: aproximadamente el 60% de los defectos pequeños se cierran espontáneamente, frente a sólo el 10% de los defectos grandes.
- en aproximadamente el 10% de los defectos grandes se produce una obstrucción del flujo de salida del ventrículo derecho y la afección se asemeja a la de la tetralogía de Fallot. Si el defecto no se cierra, alrededor del 10% de los pacientes con defectos grandes pueden desarrollar una enfermedad vascular pulmonar progresiva durante la infancia. Una pequeña proporción de defectos puede complicarse con endocarditis infecciosa o, si es subarterial, regurgitación aórtica.
La mortalidad y morbilidad operatorias dependen en gran medida de la resistencia vascular pulmonar y del estado preoperatorio del paciente.
Las CIV postinfarto presentan una mortalidad elevada, con un deterioro hemodinámico progresivo que conduce a una intervención quirúrgica urgente o a la muerte.
- la perforación septal se desarrolla de media 2-3 días después del infarto de miocardio
- el 86% de los pacientes con CIV adquirida o más fallecerán en un plazo de 2 meses sin intervención quirúrgica
- los factores significativos de mortalidad hospitalaria son: el estado clínico preoperatorio y su evolución, la función ventricular derecha y el tipo de reparación. La mortalidad con sólo tratamiento médico es extremadamente alta, superior al 90%; la mortalidad tras reparación quirúrgica varía entre el 19% y el 60% en diferentes estudios (3)
Notas:
- existen varias clasificaciones de las comunicaciones interventriculares (CIV)
- perimembranosas, también llamadas CIV infracristales, se sitúan en el tracto de salida del ventrículo izquierdo, justo debajo de la válvula aórtica
- representan aproximadamente el 80% de todas las CIV
- se han subclasificado como
- de entrada perimembranosa
- salida perimembranosa
- perimembranosa muscular
- los defectos supracristales también se denominan conales, infundibulares, subpulmonares, subarteriales y de salida, y representan aproximadamente el 5-8% de las CIV aisladas (en Japón la cifra es de aproximadamente el 30%)
- el defecto se encuentra debajo de la válvula pulmonar
- se comunica con el tracto de salida del ventrículo derecho por encima de la cresta supraventricular y se asocia con regurgitación aórtica debido al prolapso de la cúspide aórtica derecha
- las CIV musculares o trabeculares están delimitadas en su totalidad por un tabique muscular y suelen ser múltiples (también conocidas como "tabique de queso suizo" debido a los múltiples defectos)
- otras subclasificaciones dependen de la localización
- representan el 5-20% de todos los defectos
- las CIV posteriores, también llamadas de tipo canal, de tipo cojín endocárdico, de tipo septo auriculoventricular (AV) y de entrada, se sitúan detrás de la valva septal de la válvula tricúspide
- no se asocia a defectos en las válvulas AV y representa el 8-10% de las CIV.
Referencia:
- Catheter Cardiovasc Interv. 2008 Jul 1;72(1):102-11.
- Turner SW, Hunter S, Wyllie JP; Historia natural de las comunicaciones interventriculares. Arch Dis Child. 1999 Nov;81(5):413-6
- Coskun KO et al. Experiences with surgical treatment of ventricle septal defect as a post infarction complication.J Cardiothorac Surg. 2009;4:3.