Añadir sal a los alimentos y riesgo de mortalidad prematura
- en comparación con el grupo de nunca/casi nunca, añadir siempre sal a los alimentos se relacionó con una esperanza de vida 1,50 (IC 95%, 0,72-2,30) y 2,28 (1,66-2,90) años menor a los 50 años en mujeres y hombres, respectivamente (1)
- diseño del estudio
- un total de 501.379 participantes del biobanco del Reino Unido que rellenaron el cuestionario sobre la frecuencia con la que añadían sal a los alimentos al inicio del estudio
- la información sobre la frecuencia de adición de sal a los alimentos (no incluye la sal utilizada en la cocina) se recogió mediante un cuestionario de pantalla táctil al inicio del estudio
- se hallaron relaciones graduales entre una mayor frecuencia de adición de sal a los alimentos y concentraciones más elevadas de sodio urinario puntual o de excreción estimada de sodio en 24 horas
- durante una mediana de 9,0 años de seguimiento, se documentaron 18474 muertes prematuras
- Los cocientes de riesgo multivariable [intervalo de confianza (IC) del 95%] de mortalidad prematura por todas las causas según la frecuencia creciente de adición de sal a los alimentos fueron 1,00 (referencia), 1,02 (0,99, 1,06), 1,07 (1,02, 1,11) y 1,28 (1,20, 1,35) (P-tendencia < 0,001).
- descubrieron que la ingesta de frutas y verduras modificaba significativamente las asociaciones entre la frecuencia de adición de sal a los alimentos y la mortalidad prematura por todas las causas, que eran más pronunciadas en los participantes con una ingesta baja que en los que tenían una ingesta alta de estos alimentos
- Los autores del estudio concluyeron (1)
- una mayor frecuencia de adición de sal a los alimentos se asocia a un mayor riesgo de mortalidad prematura por todas las causas y a una menor esperanza de vida
La Organización Mundial del Corazón (OMS) recomienda que los adultos no consuman más de 5 g de sal al día (lo que corresponde a 2,3 gof de sodio/día) (2)
- las directrices de la Sociedad Europea de Cardiología caracterizan una dieta saludable como una ingesta diaria de sal inferior a 5 g, o aproximadamente una cucharadita, de sal al día
- se señala que una ingesta muy baja de sodio puede no ser beneficiosa, o incluso ser perjudicial
Un editorial señalaba "...Hasta ahora, lo que las pruebas colectivas sobre la sal parecen indicar es que las personas sanas que consumen lo que constituyen niveles normales de sal común no deben preocuparse demasiado por su ingesta de sal. En cambio, para contrarrestar los efectos potencialmente nocivos de la sal, y por muchas otras razones, una dieta rica en frutas y verduras debería ser una prioridad a nivel individual, así como a nivel de la población. A las personas de alto riesgo con un elevado consumo de sal probablemente les convenga reducirlo, y no añadir sal extra a los alimentos ya preparados es una forma de conseguirlo. Sin embargo, a nivel individual, el rango óptimo de consumo de sal, o el "punto óptimo", aún está por determinar..."
Referencia: