La venografía puede utilizarse para demostrar la presencia de trombos en las venas profundas de la pierna. Se toman radiografías de las venas sospechosas tras la inyección de contraste.
La técnica está indicada en pacientes con signos clínicos equívocos y en los que los estudios no invasivos no han sido útiles. Demuestra la mayoría de los trombos clínicamente significativos, con la excepción de las venas femorales y pélvicas profundas.
Sin embargo, no debe utilizarse demasiadas veces en el mismo paciente, ya que existe un pequeño riesgo de precipitar una TVP al dañar la íntima de las paredes venosas. Está contraindicada en presencia de enfermedad vascular periférica y embarazo - la ecografía dúplex es una alternativa.
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